miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA RELATIVIDAD DEL TIEMPO. EL TIEMPO DE LA RELATIVIDAD

LA PARADOJA DE LOS GEMELOS DE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL DE EINSTEIN: http://www.bubok.com/libros/10519/La-paradoja-de-los-gemelos-de-la-Teoria-de-la-relatividad-de-Einstein
viXra. org: http://vixra.org/abs/0909.0022
EINSTEIN vs TEORÍA CONECTADA:http://teoraconectada.scoom.com/2009/09/22/


DEMOSTRACIÓN SIN FÓRMULAS MATEMÁTICAS DE QUE LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD DE EINSTEIN ES FALSA
PALABRAS CLAVE: reloj lumínico, dilatación del tiempo, contracción de Lorentz, Einstein, transformaciones de Lorentz, transformaciones relacionales, relatividad especial, relatividad general, efecto Doppler, redshift gravitatorio


EL RELOJ LUMÍNICO

Un fotón se caracteriza por su frecuencia. Un reloj lumínico es el que se construye con la frecuencia de una luz monocromática (caracterizada por su frecuencia única) y cuyo funcionamiento, como el de cualquier otro reloj, se basa en la regla: ‘determinado número constante de oscilaciones = una unidad de tiempo’. Su calibre, que se escoge arbitrariamente, se define como el número de oscilaciones de la luz que determinan una unidad de tiempo. Cada 100000 oscilaciones un segundo, por ejemplo.

COMPARACIÓN MÚTUAMENTE SIMÉTRICA

Para estudiar la relatividad del tiempo necesitamos comparar relojes que sean idénticos. De lo contrario, si los relojes no fuesen idénticos y funcionaran ya a priori distintamente, de nada serviría compararlos.
Además esta comparación tiene que ser mútuamente simétrica. De lo contrario, si asimétricamente privilegiáramos ya a priori al reloj A con respecto al B o a al reloj B con respecto al A, de nada serviría aducir que las posibles ulteriores diferencias en sus respectivos registros temporales son una verdadera consecuencia de la relatividad del tiempo, pues tales diferencias podrían ser atribuidas a las asimetrías introducidas ya a priori en el método de comparación de los relojes idénticos.
Definición de ‘método de comparación mútuamente simétrico’: Dados dos observadores A y B, A utilizará para construir su reloj lumínico la frecuencia de un rayo de luz monocromática que B envía hacia A; y B utilizará para construir su reloj lumínico la frecuencia de otro rayo de luz, idéntico al anterior, que A envía hacia B. (Los rayos intercambiados son numéricamente distintos, hay dos rayos y no uno, y énticamente idénticos, los dos rayos, con total independencia de la frecuencia que pueda recibir el receptor, tienen la misma frecuencia desde el punto de vista del emisor: su frecuencia propia.)
Para no introducir ninguna asimetría en el método de comparación de relojes idénticos, A y B se intercambian sendos rayos lumínicos. (De hecho, si el método de comparación de dos relojes idénticos no fuese mútuamente simétrico, entonces estos dos relojes no serían en realidad idénticos.)
Sólo cuando se presupone, simétricamente, que A y B se relacionan intercambiando señales lumínicas tiene sentido empezar a reflexionar sobre la relatividad del tiempo. La relatividad relacional del tiempo. No absoluta. En caso contrario, ¿qué sentido tiene afirmar que el tiempo es relativo? ¿Existen aún movimientos absolutos? ¿Acaso un reloj es “consciente” de que se está moviendo con respecto a “no sabe qué” y, en consecuencia (‘en consecuencia’ según la relatividad, claro), “sabe” que tiene que dilatar el tiempo que registra? ¿Es consciente un fotón, que al igual que cualquier otro reloj se caracteriza por su calibre o frecuencia, que para él, según sostienen ciertas lumbreras que aún defienden la relatividad, “el tiempo no pasa”?
Para demostrar la verdad, no nos hará falta ni una sola fórmula matemática.

LA DILATACIÓN DEL TIEMPO DE LA RELATIVIDAD ESPECIAL

A se considera en reposo y B se mueve a una determinada velocidad con respecto a A. A mide el tiempo con un reloj lumínico construido con la frecuencia de un rayo de luz que B envía hacia A.
B se considera en reposo y A se mueve a una determinada velocidad con respecto a B. B mide el tiempo con un reloj lumínico construido con la frecuencia de un rayo de luz que A envía hacia B.
A y B son simétricos y utilizan el método de comparación de relojes mútuamente simétrico. Por la simetría del movimiento, la velocidad de B con respecto a A es la misma que la velocidad de A con respecto a B (salvo signo). ¿Para quién de los dos el tiempo transcurre más despacio, o más rápido? ¿A o B? ¿B o A?
En el ejemplo precedente, el método de medición para averiguar una posible relativización del tiempo se ha sustentado en una comparación mútuamente simétrica, Para no introducir ninguna asimetría ya a priori, A y B se han intercambiado sendos rayos lumínicos, con los que han construido sendos relojes lumínicos. Es fácil de ver que con tales relojes, que son idénticos y funcionan relacionalmente por intercambio de luz, el tiempo transcurre exactamente igual para A que para B. Luego, la dilatación del tiempo de la relatividad no existe. (El efecto Doppler que detecta A para el rayo de luz que B envía hacia A es exactamene el mismo, por la simetría del movimiento, que el efecto Doppler que detecta B para el rayo, idéntico al anterior, que A envía hacia B.)
Sin sofismas. No hace falta un número infinito de relojes, bastan dos, para demostrar que la dilatación del tiempo de la relatividad especial es falsa. (La “demostración” relativista de la dilatación del tiempo sustentada en el famoso reloj de espejos, ideado por Einstein y que aparece descrito en ‘el fin del espacio-tiempo roto’, es un sofisma: se basa aún en la ya superada métrica del teorema de Pitágoras, que es una métrica absoluta, no relacional.)
La relatividad especial es falsa.
¿Que la dilatación del tiempo está “verificada” empíricamente con suma precisión? ¿Cómo lo está? Con tramposos mesones, muones, relojes atómicos,… y toda esa extrañísima fauna que la escuela relativista usa a su antojo para intentar convencernos -engañarnos- de que las piedras caen hacia arriba y los círculos son cuadrados. ¿Cómo se garantiza que semejante tipo de “relojes” puedan ser idénticos? Si se consigue verificar que dos partículas tienen una distinta vida media, esto nunca significa que se haya conseguido verificar con “suma precisión la dilatación del tiempo de Lorentz, sino que estas dos partículas en realidad son distintas, no son “relojes” idénticos. Además, las personas sensatas, cuando quieren concertar una cita, convienen en verse cuando las manecillas de sus respectivos relojes están en determinada posición, no cuando ya se hayan estropeado o dejado de existir, un determinado número estadístico de relojes de determinada vida media, o determinada fecha de caducidad.
La teoría relacional se puede permitir el lujo de dudar incluso del concepto ‘fotón’: la frecuencia de la luz, esté o no la luz compuesta de fotones, es algo que se mide a diario en el más humilde de los laboratorios.
No hace falta ni recurrir a evidencias empíricas para refutar la relatividad especial. Ha sido suficiente con pensar simétricamente para demostrar que la dilatación del tiempo es falsa.
Las transformaciones de Lorentz de la relatividad especial son un mero juego matemático que no tiene ni pies ni cabeza. Son absurdas. Hay que refutar las transformaciones de Lorentz de Einstein y sustituirlas por las nuevas transformaciones relacionales de la teoría conectada.

EL REDSHIFT GRAVITATORIO Y LA RELATIVIDAD GENERAL

El redshift gravitatorio es un fenómeno comprobado empíricamente: Dado un rayo de luz que se propaga en dirección vertical, está comprobado que los observadores estacionarios situados a un mayor potencial gravitatorio (mayor distancia al centro de la fuente gravitatoria, mayor “altura”) miden una menor frecuencia lumínica que los situados a un menor potencial (menor altura).
A se encuentra a mayor altura que B. A mide el tiempo con un reloj lumínico construido con la frecuencia de un rayo de luz que B envía hacia A. Como A está a mayor altura que B, debido al redshift gravitatorio, el reloj de A funcionará más despacio que el reloj de B.
B se encuentra a menor altura que A. B mide el tiempo con un reloj lumínico construido con la frecuencia de un rayo de luz que A envía hacia B. Como B está a menor altura que A, debido al redshift gravitatorio (en este caso sería mejor llamarlo “blueshift”. Pero como la estructura matemática de la relatividad es asimétrica, el lenguaje ordinario que genera cuando se la intenta explicar es también asimétrico), el reloj de B funcionará más rápido que el reloj de A.
A y B utilizan el método de comparación de relojes mútuamente simétrico, pero no son simétricos. El párrafo anterior no es válido si intercambiamos A por B y B por A, pues si A se encuentra a mayor altura que B, entonces B sabe que B está a menor altura que A y, por tanto, B, lo mismo que A, reconoce que A se encuentra a mayor altura que B.
Es fácil de ver que ambos estarán de acuerdo en que el tiempo es relativo a la altura (al potencial gravitatorio) y que el tiempo de A transcurre más despacio que el tiempo de B. Luego, el tiempo va más despacio a mayor altura.
La métrica de Schwarzschild de la relatividad general afirma lo contrario de lo que demuestra el reloj lumínico, que “el tiempo va más rápido a mayor altura”. Luego es falsa.
Si la métrica de Schwarzschild es falsa, entonces las Ecuaciones de Einstein de campo gravitatorio, a partir de las cuales se deduce la métrica de Schwarzschild, son falsas. (http://www.kiliedro.com/index.php?option=com_content&task=view&id=449)
¿Que la relatividad general está “verificada” empíricamente con suma precisión? Más aún lo está el redshift gravitatorio. Además nos podemos permitir el lujo de no utilizar ni siquiera el concepto ‘fotón’: la frecuencia de la luz es algo que se mide a diario en el más humilde de los laboratorios.
Por mucho que los relativistas intenten persuadirnos, la experiencia, el redshift gravitatorio, jamás ha “verificado” empíricamente la relatividad general. Al contrario, la refuta con meridiana claridad.
La relatividad general es falsa.
La teoría de la relatividad, especial + general, es falsa.
En realidad es la pura lógica la que ya ha refutado con meridiana claridad la teoría de la relatividad. Relativistas, por muchos que sean los intereses en juego, ¿a quién pretendéis aún engañar?
No hace falta recurrir a la experiencia para ver que la relatividad destroza la lógica.
No hacen falta fórmulas matemáticas para demostrar que la relatividad es falsa. Cierta mentira. Para demostrarlo, como acabamos de comprobar, basta con un simple “cálculo de proposiciones”.
El tiempo de la relatividad ha llegado a su fin.

LA RELATIVIDAD DEL TIEMPO. RELACIONAL Y NO ABSOLUTA

Sólo después de habernos asegurado una total simetría, relojes lumínicos idénticos y método de comparación mútuamente simétrico, es posible empezar a reflexionar con sensatez sobre la relatividad del tiempo. Si A y B no son simétricos, entonces tal vez es posible que el tiempo muestre su naturaleza relativa. Si A y B son simétricos, entonces es del todo imposible: el tiempo tiene que transcurrir exactamente igual para ambos. Lo contrario sería contradictorio. Idea de no armonía nunca. Paradójico. Lo real simétrico no es lo asimétrico irreal.
¡Quién no recuerda la fascinantemente fascinante contradicción de los gemelos! (http://teoraconectada.scoom.com/2009/08/20/la-contradiccion-de-los-gemelos/) Todas las gloriosas verificaciones de la escuela relativista acerca de la relatividad del tiempo son falsas. Mentiras ciertas que están infectadas por el movimiento absoluto implícito en la paradoja de los gemelos.
¿Que es el tiempo en sí el que es relativo? Esto es más absurdo aún que el metafísico tiempo absoluto de Newton. Sobran comentarios.
¿Que es el tiempo el que es relativo en sí y su relatividad es independiente de los tipos de relojes usados para verificarla? Entonces ¿por qué la escuela relativista se preocupa tanto en elegir tan celosamente sus tan “precisos” relojes? ¿Por qué no “verifica” el redshift gravitatorio con un reloj de péndulo?
El fenómeno del redshift gravitatorio lumínico se deduce, desde el punto de vista de la teoría, a partir del elemento de matriz temporal de la métrica del espaciotiempo: ¿No significa esto que el tiempo al que la teoría se refiere es el tiempo registrado por un reloj lumínico, y no otro? ¿Por qué la teoría de la relatividad es incompatible con el reloj lumínico? (Es fácil demostrar que según la relatividad general, en un campo gravitatorio el funcionamiento del famoso reloj de espejos de Einstein depende de su orientación espacial, otra de las tantas cosas de la relatividad que no tienen ni pies ni cabeza. La teoría conectada permite demostrar que el reloj de Einstein se comporta igual que un reloj lumínico.)
El pensamiento lúcido nunca convierte lo simétrico en asimétrico. Una teoría está obligada a definir coherentemente, sin trampas y sin una ulterior necesidad de tener que rectificar mediante asimetrías a priori una vacilante definición inicial, lo que ella entiende por ‘reloj’. La relatividad es incapaz de hacerlo. La relatividad se niega a definir lo que ella entiende por ‘reloj’. Cualquier definición que ensaye la aboca al absurdo y a la contradicción. Por eso se puede permitir la estulta libertad de elegir el extraño reloj que le venga en gana en cada caso para “verificar” lo que se le antoje “verificar· y, por eso mismo, no se (le) puede permitir la astuta libertad de que elija en cada caso el reloj que le venga en gana: que permanezca obligada a elegir el que le permita “verificar” empíricamente todas sus extrañas estupideces. ¡Cómo la relatividad de Einstein va a definir qué es un reloj si no comprende lo que es el movimiento, si aún cree en los movimientos absolutos y verdaderos de Newton!
Nunca nadie sabrá qué es ‘el’ tiempo (admito, al menos, que yo no lo sé). Sin embargo, la relatividad del tiempo no es nada misterioso: tan sólo hace referencia a la comparación relacional de las oscilaciones de la luz. Si el tiempo es relativo, entonces es relacional. (En tanto que las coordenadas espaciales también son relacionales y el espacio absoluto no existe, algo similar le dijo Leibniz a Newton, pero, claro está, no fue Leibniz el que supo crear la teoría de Newton.)
El tiempo tiene que ser amoldado a la invariancia universal de las leyes físicas. Puesto al servicio de la absoluta relatividad del movimiento.
La nueva revolución copernicana: La teoría conectada.

P.D.: Pregunta: ¿Por qué la velocidad local de la luz es la misma para todos los observadores? Respuesta: Porque para todos los observadores locales la luz recorre exactamente la misma longitud en exactamente el mismo tiempo. La contracción de longitud y la dilatación del tiempo de Lorentz no existen.
Fantásticas y más de un siglo más actuales que las de Lorentz-Einstein, en próximos artículos iré explicando (por si todavía queda alguien que, por ser demasiado inteligente, todavía no las entiende.. o no le interesa entenderlas) cómo funcionan mis nuevas transformaciones relacionales.

XAVIER TERRI CASTAÑÉ
22 de Septiembre de 2009

1 comentario:

Graciela Rivas dijo...

Hola Xavier: este comentario es una prueba,que la hago con el fin de despejar unas dudas que tengo en relacion a dos posibilidades:a-si alguien escribe un comentario en el blog de proyeccion al universo ,los debera hacer debajo de cada tema que tu expones de los enfoques de la Teoria Conectada.Entonces mis dudas son:dichos comentarios te llegaran a ti o a mi. b- suponiendo que al punto a- lo recibas tu ,entonces ,supongo que el comentario que yo recibiria es el que se escriba en mi perfil,donde dice correo electronico. Despejare esas dudas.Acabo de recibir un mensaje en mi casilla de correo,de una pruba que hice desde mi perfil(correo electronico)Es decir que solo queda una incognita(el punto a-)